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Unión Liberal CubanaPOR
RICARDO MARTÍNEZ-CID, MiamiCon liberar a lo que queda de los 52 presos de conciencia de los encarcelados desde la Primavera Negra del 2003, el gobierno de Cuba pretende disimular la gangrena cortándose las uñas. Es parte del replanteamiento de la represión de las últimas semanas. Deja de hostigar a las marchas dominicales de las Damas de Blanco.Comienza a brindar cuidados médicos a Guillermo Fariñas Hernández. Desiste de encarcelar a Dania Virgen García, Dama de Apoyo y periodista independiente. Después de apresarla y sentenciarla en pocas horas a meses de prisión, la liberan al transcender que sólo se trataba de una cacería política mal justificada por un altercado doméstico. Excarcela a Darsis Ferrer, Presidente del Centro Independiente de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas, por la posesión de un saco de cemento, y envía de cuchipandas a sus cantantes y valedores por esos mares de Dios, desesperado por tapar el sol con los dedos.Ayer, por San Fermín, obispo y mártir, nuestra Santa Madre Iglesia anuncia que los procesados por la Primavera Negra podrán salir del país. Visto desde el prisma de un hispanista, católico de bandera, al margen de cualquier papel edificante que jugaran nuestra Iglesia y el Canciller Español, Miguel Ángel Moratinos, no son ellos quienes han conseguido esta serie de concesiones del gobierno.Vencieron las Damas de Blanco con su valentía, decoro y perseverancia. Ellas han liberado un palmo de Cuba para la libertad de expresión y asociación. Venció Guillermo Fariñas Hernández, con su ayuno y dignidad. Con su sacrificio, costo y riesgo, ha demostrado que en su muerte, manda él. Venció la resistencia que ha logrado un espacio propio e indiscutible y una resonancia contestataria en sus primeros pasos hacia la victoria. Vencieron apoyados en la imagen de Orlando Zapata Tamayo, caído por hambre, en aras de la libertad el pasado 23 de febrero. Al fin, el mundo condena la barbarie impuesta por el gobierno imperante en Cuba, que en un principio, sólo atinaba a arañar y maullar denunciado una campaña mediática contra sus más de cinco lustros de abusos y atropellos. Ahora, afina el tiro y pretende capear el temporal, hasta conseguir nuevos subsidios, en plan limosnero heroico y pedigüeño al que ha acostumbrado a la opinión pública internacional.Ha sido un problema de cálculo. El gobierno necesita conseguir cambios en la política del primer mundo, llámese Europa, con su condición a la normalidad, o el turismo, créditos blandos y mercado pretendido en los Estados Unidos de Norteamérica. El costo de la represión dura, pura y torpe es demasiado, y por ende ha tenido que aflojar, moderar y maquillar la represión.Un problema que desde el exterior han agravado hombres como Geandy Pavón con el Proyecto Némesis, proyectando la imagen de Orlando Tamayo Zapata, en la Sede del gobierno en las Naciones Unidas, en la fachada del Carnegie Hall mientras cantaba el Silvio sus loas a la tiranía y sus espías, y quizá pronto ante el Ministerio de Relaciones Exteriores en Madrid. Un problema que pasó en su momento por identificar a los esbirros que martirizaban a las Damas de Blanco con pretendida impunidad. Un problema que busca la solución encaminando la salida de la crisis que encarara nuestra patria por medios pacíficos y sin revanchas, pero sin miedo que a la falta de pan no se le puede llamar de otra manara que por su nombre, hambre, aunque a quienes mal gobiernan no les falte el buen vino.Por ende, hay que agradecer a la Santa Sede y a la Cancillería Española. Así echamos las campanas al vuelo por la excarcelación incondicional de estos presos, e insistamos a que escojan su residencia libremente. Su salida de la cárcel es otra victoria para la resistencia; no una dádiva de los hermanos Castro. Su anticipada excarcelación es fruto del encarecimiento reciente del costo a la barbarie. Hasta que se logre la transición inevitable de Cuba hacia su entorno natural en Occidente, la oposición, dentro y fuera, está abocada a la denuncia y a exigir un espacio para el ejercicio de los derechos naturales del hombre.Hay que insistir que los centros de poder condicionen cambios calibrados en su relación con el gobierno a la implementación y cumplimiento de la Hoja de Ruta para la transición de Cuba a la Democracia. Hay que insistir en curar el mal, no tratar sus síntomas. Hay que seguir apretando hasta que logremos homologar a Cuba a las naciones donde se respetan las derechos universales.Donde no hay presos políticos por liberar y la soberanía reside en el pueblo; donde los gobernantes nacen y se nutren del mandato de los gobernados. Confiamos en el día cuando, al margen de la arbitrariedad, florezca la sociedad civil cubana, con cabida para todos. Ayer fue San Fermín y, por algo, su nombre proviene de "firmus", firme y valeroso.